También conocido como castillo de Egaña por los
habitantes de la zona, fue edificado por Eugenio Díaz Vélez, se comenzó con la
obra en 1918 finalizando su construcción en 1930.
Fue una de las más grandes y lujosas mansiones rurales de
la época con 77 ambientes, 14 baños, 2 cocinas, galerías, patios, taller de
carpintería, terraza, mirador y balcones.
Se encuentra aproximadamente a una hora de auto tomando por la
ruta 30.
El día de la inauguración estaban todos los invitados en
el castillo a la espera del dueño que llegaría de Buenos Aires. Esperaron por
varias horas pero lo que llego fue la noticia, el dueño había fallecido. Todos
los invitados se fueron de repente dejando todos los preparativos para la
fiesta, inclusive las mesas servidas. Su única hija y heredera, nunca volvió al
lugar y estuvo cerrado durante 30 años hasta 1960.
Hacia 1825, en épocas de Bernardino Rivadavia, después de
ir desalojando a los indígenas de la zona, las tierras eran repartidas entre
acaudalados asedados, el general Eustoquio Díaz Vélez, adquirió algo más de 57
leguas en la zona del Fuerte Independencia, hoy Tandil dando origen a una
inmensa estancia de reconocida fama, a la que en honor a su esposa (Carmen
Guerrero y Obarrio), bautizó con el nombre de “El Carmen”.
Treinta y un año más tarde, cuando el viejo general murió
(1856), sus hijos, Carmen, Manuela y Eustoquio (h), heredaron la estancia.
Millonario próspero y renombrado miembro de elite
porteña, Eustoquio Díaz Vélez (h) acrecentó la fortuna a lo largo de su vida,
dejó un suntuoso palacio en el barrio de Barracas y, cuando finalmente falleció
en 1910, la estancia “El Carmen” se dividió entre sus dos únicos hijos varones:
Carlos, que era ingeniero, y Eugenio, arquitecto de profesión. También sus
cuatro nietas recibieron una fracción del campo.
Será el segundo de sus hijos (Eugenio) quien levantaría,
sobre la porción de tierra heredada, el casco de la estancia San Francisco, muy
cercano al pueblo/estación de Egaña, por donde pasaba el tren desde 1891.
Así es como nace el famoso castillo San Francisco, hoy en
ruinas y con su imagen fantasmal, vale la pena conocerlo.
Hola, se puede visitar?
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